Un genio venido a menos

¿Dónde ha ido a parar todo aquello que pensé cuando era un chaval? ¿Qué fue de mis grandes planes, mis ideas geniales, las reflexiones poco frecuentes para alguien de mi edad, y aquellas prolijas elucubraciones antes de tomar una decisión o de ponerme a hacer algo?

¿Estaré siendo algo pedante, o es que acaso tengo un exagerado recuerdo de mí mismo, viéndome tan sesudo a tan temprana edad? El caso es que sí que pasaba buena parte de mi tiempo de ocio dándole vueltas a la pensadera sobre todo lo habido y por haber.

Sigue leyendo

‘Cortos de Fondos’ 16/258

Cerró los ojos. Había comprendido, justo a tiempo, que no podía almacenar ni una idea, ni un sólo dato más. Cualquier información, aún acerca de la habitación en la que se encontraba o sobre la ropa que vestía en aquel momento, haría que su cerebro estallase en mil pedazos.

Y cualquier sinapsis podía ser la mecha… Por eso se tapó también los oídos. El mero hecho de pensar en todo ello hacía que le palpitasen las sienes, y el dolor de cabeza comenzó a ser tan insoportable que no tuvo más remedio que adoptar una solución de emergencia: borrar algunos recuerdos, cosas aprendidas que no tuviesen relevancia o ideas inservibles para dejar hueco a otras nuevas.

Sigue leyendo

Cartelicos aleccionadores VIII

(Un resumen de los enviados a los amigos y conocidos en los últimos tres años)