–”¿Quién te lo ha contado?”.
–”Nadie”.
–”¿Y a quien se lo has contado tú?
–”A nadie”.
–”A ver si lo entiendo: sólo tú crees saber que fui yo”.
–”No lo creo, lo sé.
–”Ya, pero ¿vas a denunciarme?”.
–”No sé. ¿Tú que me aconsejas?”.
–”Que me digas la verdad”.
–”Creo que sí, que debo denunciarte”.
–”Pues me da a mí que no va a ser posible…”, le dijo, mientras descargaba a bocajarro sobre su cuerpo el cargador entero de su revolver.