‘Cortos de Fondos’ 131/258

131-alterfines(Dos aficionados a la fábula escrita, Ocelote y Qwerty, y un servidor nos hemos retado a garrapatear cada uno un microrrelato acerca de una imagen, elegida –con muy malitas intenciones– por los otros dos. Esto es lo que me ha inspirado a mí la fotografía del final. Dejo abiertos en esta ocasión los comentarios, para que ambos puedan explayarse…)

CONVERSACIÓN EXPLORATORIA NÚM. 67* CON EL PACIENTE JRP/1962

(*Se han suprimido, por irrelevantes, las intervenciones del psiquiatra).

Me habéis encerrado aquí; por eso creéis que sois libres. Pero sabed que la libertad no tiene grados, y vosotros también sois prisioneros.

No me importa explicar una vez más como lo averigüé; de hecho, quizá sirva para algo. Se me ha ocurrido muchas veces, cuando era oficialmente cuerdo, al caminar por calles concurridas. Me imaginaba un rasgo común a todos los que se cruzaban en mi camino, y me lo pasaba sumamente bien. A menudo pensaba que eran animales, y a cada persona le encontraba semejanzas con un bicho distinto: un gusano, una gallina, un gato, una araña… Otras veces actuaba como si quienes me rodeaban fueran miembros de la policía secreta, y a todos les descubría rasgos que evidenciaban sus disimulos. Era divertido, porque nunca era verdad del todo, e igual que maquinaba una cosa podía cavilar otra distinta.

Un día decidí que estaba rodeado de psicópatas. Y todos aquellos con los que me encontré manifestaban algún signo de neurosis, a nada que me fijase un poco en ello. Así fue como lo que empezó siendo un juego se convirtió en una espantosa certeza. Intenté verlos como animales, y lo conseguí; pero seguían siendo locos. Los representé como malos actores, y vaya si lo eran; pero locos. Y no sólo los desconocidos que me tropezaba, sino incluso mis seres más queridos. ¡Sois todos dementes! Por supuesto, enmascaráis vuestra locura, pero no por ello dejáis de ser psicópatas.

Como yo, no lo niego.

¡Estamos todos locos¡ Por tanto, vivimos en un planeta-manicomio. No puede ser de otro modo, como queda patente cada vez que uno abre un periódico o consulta sus ‘blogs’ favoritos. Así que me resulta indiferente que me hayáis encerrado en este frenopático, donde he conocido y convivo a diario con otros como yo (los de la fotografía): no soy, no somos menos libres que los que creéis que estáis afuera.

Si en el recinto de un manicomio erigimos otro, y recluimos a alguien en el recién construido, ¿acaso no es igualmente prisionero quien habita el primero?

familia_cotolengo

34 pensamientos en “‘Cortos de Fondos’ 131/258

  1. Seguramente porque acaba de morir, este cuento me ha recordado a Javier Tomeo y su libro de cuentos «Zoopatías y zoofilias». El también veía a los hombre como animales y lo vertió en maravillosos cuentos.
    Éste también me ha gustado. Y encima puedo decírselo al autor. ¡Qué orgasmo!
    Un abrazo.

  2. Ahhhhh!!!!! Genial! El mundo entero es un enorme manicomio donde estamos todos confinados. Experimentos que salieron mal, mutaciones extrañas, monstruos retocados geneticamente, y aquí se nos deja a nuestro libre albedrío y montamos manicomios dentro de manicomios al estilo de las matrioskas rusas…ahora me cuadra todo, por fin!
    Y ahora no contestes si no quieres, mal bicho, sigue privándonos de ese placer y regodeándote con nuestro sufrimiento, pero yo si no entro a saludar, reviento.
    Muuuuuuua! Guapo!

    • Ahora aun puedes regodearte más Dess… he ido rauda y veloz a comentar esta mañana… pero me he equivocado y lo he hecho en un post de Miguel!! Cierto, cierto, me di cuenta de que no era esta misma entrada, pero he pensado (muy rápidamente) (demasiado rápidamente), que lo hacía en un nuevo post (emoticón avergonzado).

  3. ¡Jopetas, Alter!. Firmo ahora mismo por salir de este embrollo con las menos bajas posibles, y tan airoso como tú. Pienso que no caerá esa breva, pero en fin.

    Cuando vi esa imagen, la que tú has utilizado (y que yo no elegí, por cierto) pensé, «yo que Alterio, me haría el loco». Y ¡voilá!

    Un abrazo, amigo.

    • El caso es que luego vi la de fútbol americano, que debía de ser la elegida por ti, y no esta del mamón que tú ya sabes…

      Ahora, lo que tienes que hacer es portarte –literariamente hablando– con tu imagen. El gran público no espera menos de ti 😉

      (Y ya veo que sobre lo de que sois malos jugadores de mus no has dicho ni pío.. ¡buen chico!)

      • Por alusiones, Alter (puesto que entiendo que soy «el mamón»),
        no hemos dicho nada del mus por mor de esa elegancia altiva y condescendiente que caracteriza a los campeones. Por cierto, la foto para Ocelote es la más marrón de todas. No me acordaba.

  4. Siempre me han parecido no igual sino mas locos aun los que se creen cuerdos.
    Muchas veces me he preguntado (al ver a un loco hablando solo) no seremos nosotros, incapaces de ver a su interlocutor, los que no atinamos con la realidad? No sabra el algo que los demas no sabemos?
    Buen relato! pero lo mejor es poder saludarte Alter! Besos posesos, ya sabes!

    • Saludaros –como lo hago de manera intermitente en vuestros ‘blogs’– es siempre un placer. Y si encima obtengo retroalimentación, con vuestros aportes, como es el caso, me inspiro para siguientes cortos: ¡qué me quedan ciento y pico!

      Abrazo osuno (¿o es ososo?)

  5. ¡Qué lujo de post!, te atrapa la historia y te deja cavilando… este loco es muy inteligente, aunque parece ser que las personas que lo son están más predispuestas a sufrir enajenación mental… ¿será que forzar la máquina del pensamiento produce recalentamiento?
    Se lo preguntaré a mi amigo Punset cuando volvamos a vernos para tomar café 😉

    Muchos besitos!!

  6. Pues sí voy a dejarte comentario!! por una vez que lo permites…
    Cuándo volverás del todo??
    Que sepas que los anteriores Cortos d Fondos me han encantado, y me da rabia no poder dejarte alguna frase… el 128 me encantó, el 127 también, el 126….. En fin, este reto lo has bordado, y espero que estés muy bien Alterio 🙂

    • Estoy bien, Laura, gracias; pero como siempre, falto de tiempo para atender a tantos frentes…

      Me encanta que encuentres meritorios estos microcuentos que me relatan las vocecillas de mi cabeza. Lo bueno, que habrá más: hasta 258, al menos 😉

      Un abrazo.

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